Urgencia al orinar y la incontinencia fecal

Es un tabú el hablar de orinar o defecar, y es denigrante el sentir que no “dominas” ni esa parte de ti. Ya en sí sacar el tema es incómodo, incluso ir al baño en el trabajo uno intenta no hacer ruidos con millones de tácticas absurdas, pero cuando roza con un momento así queda desarmada, avergonzada y desmoralizada durante un tiempo. Algo que no entiendes ni cómo ni por qué te has manchado como si fueras un bebé. No es normal.

Que de verdad piensas que llegarás al baño porque de repente surge una urgencia que ni sabias que existía, que en cuestión de segundos por muchas prisas que tengas es eminente y que si es defecar y en público, JAMÁS de los jamaces podría relatar la vergüenza y lo incomprensible del momento. Afortunadamente en mi caso sólo han sido en momentos de medicación y una en plenas vacaciones, y jamás olvidaré el terror y la frustración del momento. Y te explota la cabeza con miles de preguntas como: ¿Esto me va a seguir sucediendo siempre? ¿Me pasará en el curro? ¿Tendré que llevar pañales? ¿A quién se lo explico?

Afortunadamente en mi caso, ha quedado en eso en esos casos, pero desde ya se le ve “el caminar a la perrita” y por ello lo primero ha sido ser franca con el especialista, mi neuróloga, y es una faceta más a tratar y comentarla, nada más.

Desde hace unos tres años mis “ganas de orinar” ya no tiene un control gradual de muchas a pocas, lo que hace que mi sensor esté fallido. En el ejemplo que yo utilizo este símil: “si mi vejiga fuera el tanque de un coche con sus marcas de reserva, 1/4, 1/2 tanque, 3/4 o full… mi vejiga sólo me advierte cuando está en reserva o full”. Por ello cuando veía la tele y me levantaba era lo peor, esa urgencia instantánea de correr al baño a orinar cuando en ningún momento que tuviera tantas ganas.

Todo esto fue comentado con mi neuróloga y me dieron cita con rehabilitación y estoy comenzando ahora las sesiones de suelo pélvico. Ya no sólo veo que serán indicaciones para mejorar mi calidad de lo anterior si no incluso posturas al caminar, sentarme, respirar o incluso en el retrete.

Con una máquina de electro estimulación con sus electrodos en la tibia, para el nervio tibial durante 30 minutos cada noche (mientras leo o veo un capítulo de Netflix) ha hecho que pueda quitarme la urgencia, es fantástico.

Beurer EM 49 (Aprox 50€ Pag. del fabricante)

En resumen es que aún siendo momentos escabrosos y muy bochornosos si no se comentan con el especialista no podrán orientarnos a una ayuda eficaz. Cada uno me va aportando conocimientos nuevos que me van ayudando en mi día a día. En nuestro caso, siendo una enfermedad degenerativa, no se resolverá solo, pero sí conoceremos muchísimo mejor cómo abordarlo y orientarnos para afrontarlo. Te animo a no guardártelo. ¡Bye!

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar