El pasado 15 de julio me pusieron la siguiente toma de Rituximab, siempre es duro los siguientes días (estómago, fatiga, malestar y dolor de cabeza). Básicamente es una quimio light y de un plumazo, que desgasta al más fuerte.
Se sumó el no descansar por las noches, otra ola de calor en Canarias, la menstruación y para rematarme la analítica completa con recuento linfocitario… lo que conseguí remontar del tratamiento terminó pulverizado tras la analítica donde terminé sin fuerzas y tardé casi una semana en mejorar. Básicamente me he sentido dando dos pasos adelante y retrocediendo diez en cada intento. Sí, es desmoralizador.
Aproveché unos días en una finca rural, al fresquito, con la familia al completo que me han ayudado a recargar las pilas y aunque no las he llenado ni al 80% disculpa mundo, pero aquí vuelvo: cojeando, cansada, en casa de nuevo y como no: con pronóstico de iniciar otra alerta por altas temperaturas desde hoy, pero vuelvo con más ideas y una sonrisa por bandera.
¿Qué tal las vacaciones? ¿Y el calor? ¡Bye!